El Oikos de Maruxa
Llamó María Xosé. Vio en las redes sociales que realizamos experiencias náuticas inclusivas. Le había comentado en varias ocasiones Maruxa, su madre, que le encantaría ver una vez en su vida su casa (su oikos) desde el mar. Pero que su madre, con un serio problema de movilidad, poco pudo salir de su casa desde que empezó la pandemia. Hasta hoy.
– Claro que sí, nadie se queda en tierra sin poder disfrutar de nuestra ría y ver la Marola, posada en el horizonte.
Fijamos día y hora, preparamos infusiones y tablitas de queso.
Maruxa, con sus 80 y, subió por primera vez en un barco, sin más apoyo que sus muletas. Se sentó en el asiento adaptado, feliz.
Zarpamos.
Nos pregunta Maruxa:
– Imos sen motor?
– Está acendido, é 100% eléctrico, sen botar partículas malas, nin ao aire, nin á auga.
– Que marabilla, non se escoita nada. Seguro de que está acendido?
A la altura del Pazo de Mariñán, divisó su casa, en la que nació. Y la de sus vecinos (boa xente toda, afirmó), contando historias de unos y otros, todo lo que tienen en la huerta, y más…
En la ría, se emocionó, recordando lo que le contaba su padre cuando salía a pescar. Al remontar el Mandeo, reconoció las Angustias, cómo no, y cuando llegamos a Betanzos, intentó recordar la última vez que había ido al feirón. Foi antes da cousa mala esta.
Llegamos a puerto, entre risueña, seria y categórica:
– Cando vexa ao noso alcalde teño que dicirlle un par de cousas: que me explique que é a Reserva, parece que se fan moitas cousas e a xente de aquí sen sabelo, e a segunda, que nos leve a todos da aldea neste barco polo Mandeo, que é a nosa historia. Lembro que cando era pequena os barcos subían e baixaban, había grandes e extranxeiros. Deu traballo a moita xente, agora non, os rapaces van para Madrid.
Un bonito día la verdad. Son experiencias únicas para las personas que vienen a navegar con nosotros, y para nosotros experiencias enriquecedoras, vinculadas al territorio. Nos enseñan que estábamos en lo cierto al apostar por un modelo oikoturístico, con mucho cuidado con las personas y máxima protección por el medio.
Aristóteles definía el Oikos (casa, habitat, entorno, en griego) como una comunidad constituida naturalmente para la satisfacción de las necesidades cotidianas. De ahí la oikonomía o economía, la gestión y administración de nuestro Oikos, la oikología o ecología, el estudiar el bienestar de los seres vivos de nuestro Oikos, el oikosistema o ecosistema, la construcción de nuestro Oikos.
