«Que todo el mundo pueda navegar en nuestro barco» es el objetivo de Gemma de la Montaña y Laurent Ogel. Ella aresana, él bretón, regresaron a la tierra de Gemma antes del estallido de la pandemia del coronavirus para fundar A-02 Velas, una firma con la que ofrecen rutas en barco por la ría de Ares-Betanzos, el río Eume y O Mandeo. Con dos características que ensalzan su proyecto: cuentan con un catamarán eléctrico y accesible para personas con diversidad funcional.
Ambos llevan el mundo de la navegación en la sangre. Gemma aprendió muy pequeña en la ría aresana, donde residen sus padres, en Redes, uno de los motivos que le hizo volver. «Somos unos trotamundos, estuvimos viajando constantemente. Antes vivíamos en Madrid, con otro tipo de trabajo, y decidimos cambiar de vida. Dejar el ritmo frenético que llevábamos en la capital para
volver a Galicia. Y llevamos cuatro años aquí», explica Gemma.
Su puerto base está en Ares.
Empezaron con un barco de vela. Y un año más tarde, en plena pandemia, comenzaban a probar el innovador catamarán que este año triunfa. Es cien por cien eléctrico, es decir, sin impacto en el medioambiente, un requisito importantísimo
en sus valores. Pero también accesible para cualquier persona. «Uno de nuestros socios, con una situación más que complicada, solamente movía los ojos y la boca, fue quien lo probó», explica.
Proponen diferentes rutas para conocer desde el agua la belleza de la costa de esta comarca. «Las hacemos un poco a la carta, dependiendo de las necesidades que tenga cada uno. Por ejemplo, si salimos con una persona en silla, que necesite tranquilidad, poco traqueteo del barco y el movimiento de la ola le complica su situación, buscamos zonas de refugio, por ejemplo, el río Eume o el Mandeo, que nos lleva desde Miño hasta Betanzos o incluso Os Caneiros», advierte.
Además, no todos los puertos de la zona son plenamente accesibles, advierten desde la firma.
Destacan el de Cabanas, «el gran desconocido». «Lo hicieron para dar un poquito de servicio pa ra la gente de Cabanas que tiene su barquito, es muy sencillo y muy accesible», ensalza. También los de Ares y Betanzos. En Redes, aunque es una belleza poder verlo desde el agua, se complica desembarcar. «Para una persona con muletas, bajar es dificultoso, y para una en silla de ruedas, imposible », explica Gemma.
Tras sufrir de lleno el parón por la pandemia sanitaria, para el 2023 están más que ilusionados.
«El año del covid salíamos, igual, con dos personas. No nos daba ni para cubrir gastos. Fue para darnos a conocer. El año pasado ya hubo mucho más movimiento.
En los meses de verano no paramos. Si tuviésemos otro barco, lo hubiésemos llenado también. Y este 2023 lo que tratamos es desestacionalizar.
Empezamos ya en enero. Tuvimos una salida como regalo de Reyes», recuerda. Semana Santa fue espectacular y ya tienen mayo casi completo. «Y, llenando el barco», destaca.
Las reservas, en temporada baja, son de nativos, en verano, turistas de vacaciones. Pero también, peregrinos. Con esta ruta novedosa proponen realizar la etapa de Pontedeume a Betanzos por mar. «Recogemos a los peregrinos y paramos para que sellen la compostelana», explica.
Ruta del Camino
No solo ofrecen las salidas, también experiencias como conciertos, cenas a bordo o salidas para ver la luna. También se han sumado a la firma de alquiler de caravanas
Amodo Campers para promocionarse como una actividad.